El aparato reproductor femenino

    El aparato reproductor femenino tiene una serie de funciones importantes que cumplir. Es responsable no solo de la producción de las hormonas femeninas, sino también de producir los óvulos, facilitar el desarrollo del feto y el parto. Con este artículo, conocerás los órganos que componen el sistema reproductor femenino y el papel del mismo.

    El aparato reproductor femenino: ¿cuál es su papel?

    El papel del aparato reproductor femenino consiste en producir y liberar los óvulos maduros, capaces de ser fecundados. Estos permiten a la mujer quedarse embarazada y dar a luz. Con la edad, la cantidad de los óvulos poco a poco va disminuyendo hasta el período de la menopausia.

    El sistema reproductor femenino: ¿de qué órganos se compone?

    El aparato reproductor femenino se compone de órganos internos y externos. Entre los primeros se encuentran los ovarios, las trompas uterinas, el endometrio, el útero, el cérvix y la vagina. Los segundos, llamados conjuntamente “vulva”, se compone de los labios mayores y menores, el clítoris, el vestíbulo vulvar, la desembocadura de la uretra y el himen.

    El aparato reproductor femenino externo

    Aparato reproductor femenino externo
      • Labios menores: dos pliegues que protegen la entrada de la vagina y la uretra. En ellos hay glándulas que hacen que se mantengan húmedos.
      • Labios mayores: dos pliegues cubiertos de vello que protegen a los labios menores.
      • Clítoris: se encuentra en el punto de unión de los dos labios menores. Tiene una función sexual, y es extremadamente sensible debido al gran número de terminaciones nerviosas que posee.
      • Orificio uretral: se encuentra en la zona genital, aunque su función no es sexual. Es una abertura muy pequeña por la que expulsamos la orina al exterior.
      • Orificio vaginal: Se sitúa un poco más abajo del orificio uretral. Es la entrada a la vagina y se encuentra parcialmente cubierta por el himen.
      • Himen: una membrana delgada y muy flexible que dispone de una abertura para expulsar el flujo vaginal y menstrual.

      El aparato reproductor femenino interno

      El aparato reproductor femenino interno se compone de la vagina, el útero, el cérvix, el endometrio, las trompas uterinas y los ovarios. Todos estos desempeñan un papel fundamental no solo por separado, sino también en su conjunto, creando una especie de “ecosistema”.

      Aparato reproductor femenino interno

        Vagina

        Conecta el exterior del cuerpo con el útero o matriz. Sus músculos poseen una gran elasticidad y su interior es húmedo gracias al flujo vaginal, que evita las infecciones y hace las veces de lubricante. Durante los primeros años de la vida, la vulva tiene un aspecto infantil; pero con el inicio de la secreción de estrógenos por parte del ovario durante la pubertad, empieza a adquirir un aspecto característico: aumentan de volumen los labios mayores y los menores, se incrementa el tamaño del himen y comienza a aparecer el flujo vaginal. Posteriormente, los labios vulvares aumentarán aún más de volumen. Asimismo va apareciendo vello por encima de los labios mayores y del pubis.

        Cérvix o cuello del útero

        Es una abertura muy pequeña, como la cabeza de un alfiler, que une el útero con la vagina. Por el cérvix sale la menstruación al exterior.

        Endometrio

        Es una membrana que recubre el interior del útero y en la que se implanta el óvulo fecundado. Si no se produce fecundación, esta membrana se expulsa junto con una pequeña cantidad de sangre y se renueva cada mes. Entonces es cuando tienes la regla.

        Útero o matriz

        El útero es un órgano muscular hueco con forma de pera que alberga al feto cuando estás embarazada, por lo que sus paredes son muy elásticas. La parte que lo recubre por dentro es el endometrio, un tejido rico en terminaciones sanguíneas.

        Trompas de Falopio

        Las trompas de Falopio son dos conductos que unen los ovarios con el útero. Por ellos baja el óvulo a la matriz durante la menstruación, como te explicamos en otro apartado, y en ellos es donde, por regla general, se produce la fecundación cuando se juntan el óvulo y los espermatozoides.

        Ovarios

        Los ovarios son dos pequeños órganos del tamaño de una almendra. En ellos maduran los óvulos y se generan hormonas sexuales, los estrógenos y la progesterona. Una chica ya nace con unos 250.000 óvulos, que en la pubertad empiezan a madurar.

        Una mujer tiene dos ovarios formando parte del aparato reproductor femenino. Estas pequeñas glándulas (que tienen forma de almendra) contienen y maduran óvulos femeninos, que tienen el tamaño de la cabeza de una aguja. Cuando nacemos, lo hacemos con todos los óvulos que siempre tendremos, es decir, unos 250.000 en cada ovario del sistema reproductor femenino.

        El ciclo del aparato reproductor femenino

        Ovulación y fertilización

        Una vez iniciada la pubertad, cada mes un óvulo maduro se desprende de uno de los ovarios. A este proceso se le llama ovulación. Pueden pasar uno o dos años hasta que la ovulación ocurra con regularidad. Cuando ésta sea regular, el ciclo menstrual será más predecible. Cuando un óvulo deja el ovario, es recogido por una de las trompas de Falopio. Es entonces cuando viaja a través de la trompa hacia el útero. La fertilización tiene lugar si el espermatozoide está dentro del aparato genital de la mujer en el momento de la ovulación, y si sucede lo hace dentro de la trompa de Falopio. Cuando una mujer se queda embarazada el óvulo fertilizado se desarrolla en el útero del aparato reproductor. Durante las primeras semanas de vida recibe el nombre de embrión, y más adelante, hasta el momento del nacimiento, se conoce como feto.

        La regla

        Cada mes, el cuerpo de la mujer se prepara por si sucede un embarazo. El endometrio se vuelve más grueso para albergar un posible feto. Si el óvulo no es fertilizado, la mujer no queda embarazada y el endometrio se desintegra. El desprendimiento de este tejido, acompañado de una pequeña cantidad de sangre, origina el flujo menstrual. Mientras una mujer tiene la regla, el flujo pasa a través de la abertura del cérvix del aparato reproductor femenino (que tiene el tamaño de la punta de un lápiz y sale al exterior del cuerpo a través de la vagina. Normalmente las paredes de la vagina están en contacto entre sí y tienen la capacidad de dilatarse mucho, hasta permitir el nacimiento de un bebé. Es por esta misma característica por la que se puede insertar un tampón con toda comodidad.

        ¿Cómo cuidar el aparato reproductor femenino?

        Para el funcionamiento correcto del sistema reproductor femenino, merece la pena respetar una serie de reglas.

        • Cuida la higiene de las zonas íntimas: el mercado cosmético ofrece toda una serie de productos de higiene femenina;
        • Lleva un estilo de vida activo: una dieta saludable y el ejercicio físico diario mejoran la inmunidad (su debilitación hace que el cuerpo sea susceptible a las infecciones);
        • Suplementa la dieta con probióticos: estos equilibran la microflora bacteriana, estimulan el sistema inmunológico y protegen de las inflamaciones;
        • Lleva ropa interior adecuada: la ropa interior demasiado ajustada no es buena para el aparato urogenital.

        Cuida la higiene de las zonas íntimas

        ¿Cómo garantizar la comodidad y la protección adecuada durante la menstruación? Los tampones se adaptan a la forma del cuerpo y aseguran la libertad de movimientos durante el día y las compresas con alas protegen la ropa interior por la noche. Una alternativa funcional y ecológica es la copa menstrual. Es una solución cómoda, reutilizable y respetuosa con el medio ambiente. En los últimos días de la regla, cuando el sangrado se convierte en un pequeño manchado, puedes utilizar salvaslips.

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        Artículo revisado por El Comité Médico de Salud de la Mujer Dexeus - Fundación Dexeus Salud de la Mujer.